El conocimiento financiero está relacionado con el nivel de desarrollo de un país, ya que reduce el riesgo de crisis financieras como las de 2008, además de su impacto sobre el desempleo, la pobreza y la deuda pública de los países. Por ello, contar con los conocimientos financieros adecuados es una garantía, no solo del buen desarrollo de nuestras finanzas personales, sino también de estabilidad económica y financiera.
Según un informe de FUNCAS, solo el 6,3% de los alumnos españoles han recibido una asignatura de educación financiera, lo que significa que la mayor parte de estos jóvenes no tienen conocimientos financieros básicos. En este contexto de fuerte necesidad de apostar por la educación financiera, las tres asociaciones bancarias, AEB, CECA y UNACC, han puesto en marcha “Aula Financiera y Digital”, una nueva plataforma de educación financiera y digital, donde compilan, en un mismo espacio, todas las iniciativas desarrolladas por las entidades bancarias en este ámbito.
La iniciativa se une al programa “Finanzas Para Todos”, del Banco de España, la CNMV y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, pero con la novedad de apostar adicionalmente por la formación digital. España sale siempre atrasada en los ranking de digitalización, aunque tras la pandemia hemos avanzado y recortado buena parte de ese retraso. De hecho, según el índice DESI, en 2021 España ha mejorado dos posiciones respecto a 2020, hasta situarse en el noveno puesto en el ranking. Todavía hay margen de mejora, por lo que todas las iniciativas para avanzar en este sentido deben ser bienvenidas y apoyadas.
La revolución digital y de los datos son grandes aliadas de la educación. Y la educación es determinante para aumentar la riqueza de las naciones y de los individuos. La pandemia ha alterado nuestra forma de vida, y también ha tenido efectos en la educación; de hecho, la UNESCO habla ya de “brecha educativa”, pues casi 100.000 hogares españoles con hijos no tienen conexión a Internet. No atender a este desequilibrio supondría que la educación también se convertiría en otro de los focos de generación de pobreza y desigualdad en el futuro, como ya han puesto de manifiesto los informes de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El sistema bancario español tiene buena parte de sus ingresos en Latinoamérica y la plataforma debe aspirar a ser un referente de educación financiera y digital en español, en varios países latinoamericanos donde los niveles de bancarización, digitalización y educación financiera son aún más necesarios que en nuestro país. Por tanto, podría ser una buena ocasión para unirse al PERTE del español y, con fondos europeos, avanzar en nuestra relación con esos países hermanos y ayudar a reducir la pobreza extrema y la desigualdad en el continente más desigual del planeta, según el informe sobre desarrollo humano 2021 del PNUD.
Avanzar en la adquisición de conocimientos y destrezas digitales, y abrir nuevas vías formativas en estos canales, permite llegar a zonas rurales y despobladas donde es más caro prestar los servicios educativos. Eso condena a parte de esa población, especialmente a los niños y jóvenes, así como a las mujeres, a tener peores conocimientos y habilidades, especialmente digitales. Mejores habilidades permitirán tener mayor igualdad de oportunidades y superar brechas de desigualdad en todos los colectivos, de los más mayores a los niños, para los que la revolución digital y de los datos permite también un seguimiento personalizado, adaptando el programa a su nivel y evitando tanto el fracaso escolar como el abandono los estudios por no poder seguir el ritmo de la media.
La educación digital requiere equipos y dispositivos, software y programas específicos, pero, sobre todo, necesita contenidos pedagógicos digitales y formar a los profesores para transitar de la educación analógica a la digital. Y necesita también iniciativas para llegar a todos los colectivos, como lo es la plataforma “Aula Financiera y Digital”, y para ampliar competencias en áreas específicas como es la educación financiera.
La Cátedra ORFIN también tiene como misión mejorar y divulgar el conocimiento financiero para avanzar hacia una sociedad más avanzada, menos manipulable y más desarrollada. Por eso, celebramos con orgullo y nos hace especial ilusión este tipo de iniciativas.
José Carlos Díez es director del ORFIN