Sede del Banco de España en Madrid. BANCO DE ESPAÑA
En 2012 España tuvo que pedir un rescate internacional, por primera vez desde 1959. En los quince años anteriores, nuestra economía había aumentado significativamente el endeudamiento con el exterior. Los mercados financieros son muy procíclicos. Eso significa que cuando el PIB y el empleo crecen, los inversores tienen menor aversión al riesgo y prestan. Pero cuando el PIB cae y se destruye empleo, se asustan y dejan de prestar.
Los inversores internacionales en 2012 percibieron alto riesgo de que España abandonara el euro y ellos se quedasen sin cobrar parte de su dinero; por lo que dejaron de comprar la deuda pública española. El rescate se gestionó mal por parte de la Troika y del Gobierno español y forzó a un ajuste fiscal desproporcionado y perjudicial, pues aumentó el temor de los inversores a la recesión y al impago, acelerando la fuga de capitales, la restricción de crédito y la destrucción de empleo, alcanzando nuestra tasa de paro el 27%, su máximo en la historia de nuestra democracia.
El rescate incluía el saneamiento de las entidades financieras con problemas de solvencia. La Gran Depresión, hace noventa años, nos enseñó que cuando las crisis económicas van acompañadas de crisis bancarias, sus efectos sobre la destrucción de empleo y la deuda pública son mayores. Por esa razón, lo primero que hizo Roosevelt en el New Deal en 1933 fue un plan de recapitalización del sistema bancario que fue determinante, junto a la política fiscal y política monetaria expansiva, para sacar a la economía del agujero de la depresión económica.
Una depresión tan dura como la que sufrió la sociedad española entre 2008 y 2013 deja cicatrices. La principal es la desigualdad que afecta a muchos españoles, especialmente los jóvenes, y que será una de las prioridades para nosotros en Orfin. Nuestro compromiso fundacional es contribuir a solucionarla con ideas y propuestas. Otra cicatriz que ha dejado la crisis es la elevada deuda pública.
Y otra es el recuerdo generalizado que asoció rescate bancario a crisis, lo cual es comprensible y tardaremos aún mucho tiempo en olvidar. Orfin nace con la vocación de aportar datos y hechos a ese debate con el fin de ayudar a volver a centrar el foco de nuestra sociedad para conseguir cuanto antes reducir la tasa de paro y mejorar los salarios de los españoles, especialmente de los que más han sufrido la crisis. Por eso conviene aclarar algunos conceptos erróneos que han quedado en la opinión pública.
José Carlos Díez
Director del ORFIN