¿Es sostenible el modelo actual de pensiones?

  • 17 mayo 2022
  • Falso

En el mes de diciembre de 2021, la Seguridad Social destinó 10.309 millones de euros al pago de pensiones contributivas. Esta cifra representa un 3,2% más que en el mismo mes del 2020, debido al creciente número de personas en edad de jubilación y a la indexación de las pensiones al IPC. De hecho, alrededor de tres cuartas partes de dicho importe se destinan a pensiones de jubilación, mientras que el resto corresponde a pensiones de viudedad y orfandad. 

Evolución del gasto en pensiones

En este sentido, son de especial relevancia los informes publicados por el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), donde se realiza un análisis en profundidad del gasto español en pensiones y se proponen medidas para mejorar la viabilidad del sistema actual. 

En primer lugar, debemos señalar los factores determinantes sobre el gasto en pensiones que explican tanto la situación actual como la reciente evolución. De esta manera, podemos indicar que los factores demográficos, institucionales y de mercado de trabajo son los principales causantes de la situación actual. 

En cuanto a factores demográficos, cabe destacar los efectos que la pirámide poblacional española provoca sobre el sistema de pensiones. De este modo, la generación del baby boom aumentará significativamente la esperanza de vida y, consecuentemente, los años de cobro de la pensión de jubilación. Así, se dará una creciente tasa de dependencia, entendida como la relación entre población en edad de jubilación y de trabajar, así como una mayor ratio de elegibilidad. De hecho, las previsiones indican que España tendrá la tercera tasa de dependencia más alta del mundo en 2050, situándose en el 72,2%; una cifra que indica, por sí sola, la insostenibilidad del sistema público de pensiones.

Por otro lado, el principal factor institucional es la tasa de sustitución de las pensiones, entendida como la relación entre pensión media y la productividad media de la economía. Los nuevos pensionistas tienen una pensión mayor que los que fallecen, y mucho mayor que los jóvenes que entran por primera vez en el mercado de trabajo. Esto determina que, el gasto en pensiones será mayor cuanto mayor sea la tasa de sustitución.

Por último, en cuanto a factores del mercado de trabajo, preocupa especialmente la tasa de paro, que históricamente es elevada en España y afecta, de manera desigual, a los diferentes subgrupos poblacionales, lo que perjudica, sobre todo, a jóvenes y mujeres.

Estos factores han provocado que la evolución del gasto en pensiones haya sido desfavorable. Si observamos el Gráfico 1, nos damos cuenta de que es inviable un sistema público de pensiones donde la pensión media es muy superior al salario medio. Además, el problema se agrava cuando las previsiones están en torno a un aumento de esta brecha a lo largo del tiempo si no se toman las medidas adecuadas.

Gráfico 1: Evolución de la pensión media, salario medio e IPC

Fuente: Banco de España

En este sentido, es necesario implementar medidas para mejorar la viabilidad de nuestro sistema de pensiones, y así lo hace constar el Banco de España en su informe. Entre las principales políticas señaladas en el estudio, cabe mencionar el retraso de la edad de jubilación, así como la restricción de la jubilación anticipada, y aumentar el período de cotización exigible de los 25 años a los 35.

Por otro lado, también se debe hacer especial hincapié en incentivar los planes de pensiones privados, la contratación de planes de pensiones de empleo y el ahorro personal, con el fin de mejorar la sostenibilidad del sistema a largo plazo.

Entonces, ¿tiene nuestro sistema de pensiones viabilidad futura?

Más allá de la situación mostrada y los efectos que tendrá sobre el corto plazo, el sistema de pensiones público se enfrenta a desafíos considerables, causados, principalmente, por el aumento de la longevidad y, por tanto, de personas en edad de jubilación. 

Los factores mencionados anteriormente muestran cómo nuestro sistema actual no tendría viabilidad futura. Las políticas deben ir encaminadas a paliar los efectos de una población cada vez más envejecida y a incentivar los planes privados, debido a que nuestro sistema no puede continuar dando unas prestaciones adecuadas como ha hecho hasta ahora. Algunos países, como Suecia, ya han implementado una reforma en la que se indexa la edad de jubilación a la esperanza de vida.

De hecho, la última edición del Índice Global de Pensiones Mercer CFA Institute, que trata de analizar los sistemas de aseguramiento para la jubilación de 43 países, muestra que España se sitúa entre los mejores sistemas de pensiones en cuanto a la adecuación e integridad de su modelo, pero es significativa la insostenibilidad financiera futura. Es relevante que solo Italia y Austria muestran una mayor insostenibilidad que nuestro país.

En conclusión, teniendo en cuenta el contexto económico actual, la realidad del sistema de pensiones, sumada a la elevada deuda pública y el déficit, ponen al país ante una situación realmente complicada.

 

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