Estos días leemos a menudo informaciones sobre la evolución del euríbor, en medio de la oleada inflacionista que salpica al mundo actualmente, y no han faltado voces críticas que han llegado a poner en duda cómo se obtiene el índice. Por ello, el ORFIN quiere resolver la siguiente pregunta. ¿Es posible fijar un euríbor artificialmente alto? Para ello, primero es necesario exponer qué es el euríbor y cómo se obtiene.
El euríbor (abreviatura de Euro Interbank Offered Rate) es un índice que se publica diariamente e indica el tipo de interés promedio al que los principales bancos europeos se prestan dinero entre ellos a corto plazo. El Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, por sus siglas en inglés) lo calcula con datos de tipos de interés enviados cada día por una selección de los bancos más importantes de la eurozona.
En el pasado, el Euribor era un tipo de oferta; es decir, un tipo teórico al que un banco podía obtener financiación de otra entidad bancaria. No obstante, tras los requerimientos normativos diseñados por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO, por sus siglas en inglés) y, posteriormente, la Comisión Europea –en el Reglamento (UE) 2016/1011 sobre los índices utilizados como referencia en los instrumentos financieros y en los contratos financieros o para medir la rentabilidad de los fondos de inversión– la metodología del índice se revisó, a finales de 2019, y ahora se calcula a partir del interés subyacente de transacciones reales que ocurren entre los bancos europeos.
En abril de 2019, el EMMI presentó la evolución metodológica del Euribor a su entonces supervisor, la Autoridad de Mercados y Servicios Financieros de Bélgica (FSMA), que valoró la robustez y el cumplimiento de las obligaciones del Reglamento europeo, además de otorgar al EMMI la autorización como administrador del Euribor y la inclusión del índice en el Registro de índices autorizados de Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés).
El Euribor es un índice crucial para la UE, dada su importancia sistémica para la estabilidad financiera, ya que, según las estimaciones del EMMI, el volumen de saldo de los instrumentos y contratos financieros que lo utilizan supera los 100 billones de euros. Un hecho que explica que, en la actualidad, esté supervisado por la ESMA.
Cabe recordar, en este punto, cómo ha evolucionado este índice en los últimos años. Tras la crisis del euro, y debido a las políticas de bajos tipos de interés y expansión cuantitativa por parte del Banco Central Europeo, el euríbor tomó valores negativos, que se revirtieron en 2021, y, desde entonces, ha crecido hasta el 3% actual, como se observa en el Gráfico 1.
Gráfico 1: Euríbor a un mes desde el año 2000
Fuente: Euribor Rates
¿Y por qué está subiendo? Como consecuencia de la necesidad de controlar la inflación. Si bien es cierto que antes de la invasión rusa a Ucrania había factores que aumentaban el nivel de precios, como la ruptura de las cadenas de suministro y la escasez de ciertos productos intermedios, la guerra que se está viviendo en Europa es la mayor causante de la inflación actual. Para combatir la inflación, los bancos centrales han aplicado estrategias tradicionales de política monetaria.
En el caso del Banco Central Europeo (BCE), ha aumentado los tipos de interés para reducir la demanda agregada y, con ello, enfriar la economía y anclar las expectativas de inflación en su objetivo del 2%, reduciendo así su nivel actual. Nótese que en España el índice interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) para el mes de febrero de 2023 ha sido del 6% y el dato de la tasa interanual de marzo se ha reducido hasta el 3,3% por el “efecto Ucrania”, la distorsión estadística que provoca la comparativa con el inicio de la guerra de Ucrania ahora hace más de un año.
Consecuencia de esta normalización de la política monetaria y del aumento de los tipos de interés es el aumento del euríbor, que es el principal índice de referencia para calcular la revisión de los tipos de interés variable en los préstamos hipotecarios. Por eso, cuando sube el euríbor, suben los intereses de las hipotecas a tipo variable. En España, el euríbor hipotecario a un año es el que se usa normalmente como referencia para las hipotecas, y es calculado por el Banco de España cada mes con la media de los valores diarios, y publicado en el BOE todos los meses. Esto es así desde que en España existe el euríbor, desde el 1 de enero de 2000, cuando sustituyó al Míbor.
Aunque en el último mes el euríbor haya caído momentáneamente por las tensiones en los mercados financieros, tras el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y la crisis de Crédit Suisse (cuya situación no puede compararse a la de 2008, como apuntamos en este artículo de José Carlos Díez) lo cierto es que la última decisión del BCE fue mantener el rumbo en la normalización de la política monetaria. El pasado 16 de marzo, el Consejo de Gobierno del BCE acordó subir los tipos otros 50 puntos básicos.
En definitiva, hay que señalar que el incremento del euríbor no es otra cosa que el resultado de un cálculo, que responde a una metodología seria y sólida, y la consecuencia de los aumentos de los tipos de interés por parte del BCE para luchar contra la inflación en la zona euro, ya que este índice está indefectiblemente ligado a la política monetaria del BCE.
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