La respuesta sencilla es que estas tecnologías son la llave de la colaboración entre banca y entidades supervisoras. Pero vayamos poco a poco. En la actualidad, dentro de las nuevas tecnologías disruptivas, las relacionadas con el sector bancario sigue dando de qué hablar, en especial las fintech y otras empresas startups derivadas como las regtech o las suptech. Pero, ¿qué quieren decir estos conceptos?
Regtech
Se considera como una subcategoría de las famosas fintechs cuyo nombre proviene del término en ingles de regulatory technology. Se trata de empresas tecnológicas cuyo objetivo consiste en mejorar los parámetros de cumplimiento normativo. El estallido de las empresas regtech fue posterior al 2007-2008. Ante la crisis financiera, los reguladores vieron la necesidad de crear nuevas regulaciones más estrictas y dinámicas. De esta manera, ante la perspectiva de regulaciones como la GDPR y PSD2, y el creciente avance tecnológico las instituciones financieras han ido apelando a las regtech.
Las principales tecnologías utilizadas por las regtechs deben estar basadas en la nube, puesto que es la única forma de proporcionar agilidad y flexibilidad. A partir de ahí, todas las tecnologías que faciliten el análisis eficiente de información son susceptibles de ser utilizadas, las más comunes son: big data, inteligencia artificial o blockchain.
Pero, ¿cómo funciona una solución regtech? Como hemos dicho anteriormente, las regtech ayudan a empresas a operar dentro del marco legal. Por lo tanto, no existe un solo tipo de regtech, su funcionamiento dependerá de a qué áreas regulatorias se intenta dar solución, no es lo mismo el tener que responder al cumplimiento de las normativas de conocer a tu cliente KYC (know-your-customer) que a las que operan contra el blanqueo de dinero AML (anti-money laundering).
Se debe tener en cuenta que el cumplimiento regulatorio es una de las principales cargas en tiempo y coste para las entidades financieras. Desde este punto de vista, las soluciones regtech ofrecen como principal beneficio para las entidades financieras una potencial reducción significativa de costes y esfuerzos. Por último, en la actualidad las entidades financieras españolas ya utilizan diferentes herramientas tecnológicas para cumplir con los requerimientos regulatorios. Sin embargo, lo diferencial en las regtech es su propuesta de nuevas tecnologías que permiten mejorar la agilidad, flexibilidad, velocidad y precisión de la información. Por lo que es muy probable que veamos que las entidades financieras en su totalidad utilicen este tipo de soluciones, no sólo por el crecimiento del ecosistema, sino porque las grandes instituciones también están adoptando las tecnologías que utilizan las regtech.
Suptech
Por otro lado, las suptech (supervisory technology) son la aplicación de tecnologías regulatorias para supervisores. Es decir, las regtech ayudan a las entidades bancarias a cumplir con el marco regulatorio y las suptech agilizan el proceso en las agencias regulatorias como por ejemplo el BCE. Podríamos decir entonces que las suptech son la contraparte de las regtech. Por lo tanto, las grandes características de este tipo de tecnología son:
- Automatizar reportes, informes u otros tipos de gestión de datos.
- Facilitar la vigilancia del mercado y simplificar el monitoreo en tiempo real.
- Evitar operaciones sospechosas, uso indebido de información confidencial.
- Identificar riesgos en las instituciones financieras.
¿Qué impacto tienen estas nuevas tecnologías en el sector bancario?
La aparición constante de nuevos actores en el sector financiero lleva a nuevos riesgos que deben ser monitoreados y mitigados tanto por las entidades financieras como por los reguladores. La adopción de este tipo de tecnologías facilita la colaboración entre la banca y los supervisores. Sin embargo, las instituciones financieras están utilizando más este tipo de tecnología que los reguladores. Por lo general, los formatos que se envían a los reguladores están predefinidos y descentralizados (informes en distinto formato para diferentes regiones).
En conclusión, esperemos que el impulso dado por Andrea Enria -presidente del Consejo de Supervisión del BCE- alentando la mayor utilización por parte de los entes supervisores de este tipo de tecnología no caiga en saco roto. La adopción de la tecnología suptech podría disminuir los costes operativos e incluso podríamos ver menos multas para las instituciones financieras.
ORFIN