Es necesaria una línea de financiación y de avales públicos para evitar la crisis de miles de empresas de toda dimensión y generar un credit crunch en el sistema financiero. Sólo así se podrá evitar una crisis inminente de dimensiones desconocidas.
Hay que asumir que el déficit va a aumentar en cualquier escenario por la entrada en juego de los estabilizadores automáticos. Por ello, ahora lo fundamental es garantizar su financiación y ello corresponde al Banco Central Europeo.
Mientras, hay que salvar a la economía real como ya ha comenzado a hacer el gobierno alemán aprobando líneas de avales ilimitados.
En España y otros países de la zona euro la capacidad financiera y de endeudamiento es diferente a la alemana. De hecho, el Banco Alemán de Desarrollo -homólogo del ICO en aquel país- ha construido un buen escudo para que las entidades financieras de aquel país rieguen de liquidez la economía real sin riesgos. Ha dispuesto una línea de avales prácticamente ilimitada (500.000 millones de euros). En España no estamos en ese escenario, por lo que la financiación de fondo de estas medidas debería ser europea. Por ejemplo con cargo al MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad), y complementaria a otras muchas medidas.
Hay varios tipos de disposiciones necesarias:
- Línea de financiación a empresas y autónomos que permita a pymes y autónomos financiar las pérdidas que van a asumir los próximos meses para poderlas distribuir en el tiempo. En este sentido, el sector bancario ya ha habilitado líneas de crédito por valor de 100.000 millones para pymes y autónomos. También son fundamentales los préstamos blandos concedidos por organismos públicos, como los 400 millones anunciados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) aunque en este caso sólo para el sector turístico, pero nada de esto evita que el BCE deba mover ficha.
- Línea de financiación de pago a proveedores, de avales a confirming de manera que se pueda garantizar que los flujos de pagos de clientes a proveedores, arrendatarios, y otros titulares de obligaciones que generan costes fijos o variables, no se interrumpen por la crisis. También para arrendatarios y otros agentes que puedan estar apalancados.
Esta es una de las principales medidas que habría que tomar para evitar el perjuicio a familias y empresas y poder contener los efectos más devastadores que causa una crisis sanitaria como las que está sufriendo nuestro país.
Observatorio de la Realidad Financiera.