Tormentas financieras: qué aprendimos de la crisis de 2008 para enfrentar hoy el coronavirus

  • 10 marzo 2020
Coronavirus EFE

Este lunes hemos vivido un día de tensión en los mercados financieros mundiales que no se recordaba desde 2008. La mayor parte de la información financiera fue sobre la caída de las bolsas. Pero el capital es una parte mínima de los pasivos de las empresas y sólo las familias que tengan planes de pensiones o grandes patrimonios se ven afectadas directamente por las caídas de las bolsas.

Más relevante ha sido la tensión vivida en los mercados de bonos e interbancarios. La conexión de los mercados con el canal crediticio -sobre todo a pequeñas empresas, financiación de operaciones de comercio exterior y aprovisionamiento de empresas industriales- fue una de las causas que ayudó a explicar el rápido contagio de lo financiero a lo real y al empleo en 2008.

La ventaja hoy es que ya hay protocolos y medidas activadas para evitar estos contagios. El BCE tiene activado acceso ilimitado a su liquidez a todos los bancos europeos al 0%. El día que quebró Lehman Brothers en septiembre de 2008 esa medida no estaba activada y el banco central tardó semanas en hacerlo, lo cual contribuyó a intensificar la crisis de crédito mundial y la Gran Recesión.

Otra gran diferencia hoy es que el BCE también tiene activado el programa de compras de deuda pública que está siendo determinante para mantener estables los tipos de intereses de países periféricos como es España. Eso facilita que el Tesoro Público pueda emitir deuda pública y financiar el gasto público e incluso asumir nuevas partidas de gasto para compensar los efectos del coronavirus como ha propuesto el Eurogrupo y la Comisión Europea.

El otro gran cambio estructural de la economía española con respecto a 2008 es que los bancos han vuelto a tener más depósitos que crédito. 

Fuente: Banco de España

Eso significa que han reducido al mínimo su dependencia de los mercados de capitales y pueden estar muchos meses sin emitir bonos hasta que la tormenta financiera se normalice. Eso les hace mucho más resilientes y les permite ayudar a los trabajadores que se encuentran en una situación más comprometida ante este riesgo. Algunas entidades bancarias ya están activando líneas de créditos preconcedidos a pequeñas y medianas empresas (pymes) y autónomos para intentar paliar el impacto que el coronavirus pueda tener sobre su actividad. 

La tensión que estamos viendo en los mercados es muy preocupante y exige una actuación coordinada de gobiernos y bancos centrales para pararla, como se hizo en 2008. Los bancos centrales deben mandar señales y tomar medidas que garanticen la estabilidad financiera como prioridad y rebajar los miedos de los inversores. Y los gobiernos deben aprobar medidas de estímulos fiscales, especialmente para los sectores más afectados por caídas de ventas derivadas del impacto del coronavirus y que tienen más problemas de liquidez.

Desde el ORFIN queremos informar que en la actualidad el BCE y el sistema bancario europeo y español están en condiciones para hacer frente a las tensiones de liquidez que estamos viendo en los mercados financieros y evitar que esa tensión se contagie a la economía real y al empleo.

José Carlos Díez

Director del Observatorio sobre la Realidad Financiera